¿Gardones o escardinios?

En esta ocasión intentaremos explicar como diferenciar entre dos especies de peces que empiezan a extenderse por aguas españolas.  Cuando todavía nos estamos habituando a la aparición de luciopercas y siluros en muchas de nuestras aguas, aparecen nuevos peces como el pez gato del canal, la brema, la perca, el gardón (rutilo) o el escardinio (gardí).  Aquí os dejamos algunas claves para su identificación.

Gardón pescado en Castilla la Mancha.
Por desgracia para el medio ambiente y la diversidad nos ha tocado vivir en la época de las especies alóctonas. En España ya es mucho más fácil pescar especies invasoras que especies autóctonas. Es cierto que nuestros ríos se encuentran muy deteriorados tanto en la calidad de sus aguas como en la multitud de presas y embalses que albergan pero yo no veo sentido a la introducción de estos peces.

En esta ocasión hablaremos de gardones y escardinios. Ninguno de los dos son autóctonos. Ambos provienen de Centro Europa. Se cree que las dos especies se introdujeron hace casi 100 años en el lago de Banyoles y de allí se extendieron a las cuencas interiores de Cataluña y cuenca del Ebro en la década de 1980 con el fin de servir de alimento a los grandes predadores que habitan estas aguas. Desde el Ebro ya han dado el salto a otras muchas masas de agua españolas, casi siempre en mano de "pescadores deportivos".

Escardinio pescado en Madrid. Foto: Luis Sierra.



En todo caso son perjudiciales para la flora de nuestras aguas y son un duro competidor para nuestras especies autóctonas como cachos, bogas o calandinos, allá donde todavía queden.

Rutilo o gardón (Rutilus rutilus).


El rutilo (Rutilus rutilus) también se conoce comunmente en España como gardón. Personalmente creo que se ha popularizado este nombre debido a la utilización de engodos franceses específicos para este pez. En Francia se conoce a este pez como "gardon" y en UK como "roach".

El gardón se alimenta prácticamente de cualquier cosa: zooplancton, invertebrados bentónicos, crustáceos, materia vegetal... Su capacidad para tolerar diferentes calidades de agua lo hacen perfectamente adaptable a cualquier tipo de escenario.

Grandes ejemplares de gardón pescados en España.


A día de hoy podemos encontrar los rutilos (gardones) en diversas aguas de Cataluña, en diferentes puntos de la cuenca del Ebro, en el embalse de Finisterre, lagunas de Ruidera, embalse de Peñarroya, embalse de La Solana y río Tajo a la altura de Aranjuez. En la vecina Portugal se pescó por primera vez en el río Ave y actualmente se puede encontrar también en el río Duero. En todo caso alcanza tamaños medios muchísimo mayores a los que alcanza en el resto de Europa.

En mi caso particular pesqué mis primeros gardones (rutilos) en Francia en verano de 2012 en un viaje al sur del país galo. Posteriormente los he pescado en Francia y en Reino Unido así como en España. Aquí en el blog ya describimos una jornada de pesca de gardones en La Mancha (ver pinchando aquí).

Precioso gardón pescado en una pequeña laguna en UK.

Escardinio o gardí (Scardinius erythrophthalmus).

El escardinio (Scardinius erythrophthalmus) también se conoce comúnmente como escardino y como gardí. Al no ser un pez autóctono ninguno de estos nombres parece ser el correcto y hay biografía que se refiere a ellos indistintamente por cualquiera de estos nombre. En la vecina Francia lo conocen como "rotengle"y en UK como "rudd".

Escardinio pescado al method feeder mientras buscaba bremas en Francia.

Se alimenta principalmente de placton, insectos terrestres y materia vegetal como brotes o raíces de plantas acuáticas. Pasa la mayor parte del tiempo en el tercio superior de la capa de agua. Se puede encontrar indistintamente en aguas paradas o corrientes ya que puede tolerar una gran cantidad de condiciones de agua y contaminación.

Estudios científicos han determinado que un escardinio puede consumir hasta el 40% de su peso en vegetación en su solo día y que luego dispersar los nutrientes en todos los niveles de agua. 

Se pueden encontrar escardinios en prácticamente todas las cuencas interiores de Cataluña y diferentes puntos del río Ebro así como en las Lagunas de Ruidera. Actualmente parece que también se pueden encontrar en varios embalses cercanos a la capital madrileña.

Los escardinios pueden llegar a ser muy voraces.

Al igual que el gardón, pesqué mis primeros escardinios en Francia en 2012 y lo he vuelto a hacer en varias ocasiones, tanto en España como en el extranjero. En algunos escenarios del país vecino es habitual que se encuentren mezclado con el gardón y se vayan alternando en la pesca. El escardinios es un pez menos tímido que el gardón e incluso en ocasiones se abalanza sobre señuelos artificiales. Personalmente creo que este pez se encuentra más cómodo en escenarios naturales con abundante vegetación.

Bremas, percas, gardones y escardinios pescados en Francia en 2012.


Diferencias entre escardinios y gardones.

Existen algunas diferencias morfológicas notables que nos ayudarán a saber que pez acabamos de pescar. Quizá la más fácil sea la boca. Al desanzuelar el pez observaremos en que dirección se abre la misma. El escardinio tiene una boca súpera, esto es, apuntando hacia arriba. Esto nos da una idea de que este pez come casi siempre en la mitad superior del agua. En cambio, el gardón tiene la boca terminal, esto es, en en el extremo de la cabeza, apuntando hacia adelante.

Detalle de un escardinio. Foto: Luis Sierra.

La otra diferencia más clara es la alineación de las aletas. El gardón tiene aleta dorsal alineada con la aleta pélvica. En cambio, en el escardinio la aleta dorsal se encuentra retrasada respecto a la aleta pélvica. Sosteniendo el pez tumbado en la palma de la mano observaremos si las aletas están alineadas. Si lo están, lo que acabamos de pescar es un gardón.


Otra diferencia es la coloración del cuerpo. El escardinio tiene el cuerpo, especialmente por encima de la línea lateral, entre dorado y verde con algunas decoloraciones y algunas escamas más oscuras. El gardón tiene las escamas mucho más homogéneas y el color del cuerpo es claramente plateado.


La última diferencia es de la que menos me fiaría para distinguir estos peces. En la mayoría de los casos el gardón tiene un ojo rojizo, de color bastante oscuro. En cambio, el escardinio tiene el ojo amarillo o anaranjado, bastante más claro.


A la hora de diferenciar estos peces es posible que encontremos ejemplares que no cuadren perfectamente con la definición que aquí describimos. Es muy habitual que estas dos especies hibriden entre si y surjan ejemplares con características diferentes. Además, los peces se adaptan al medio en el que viven y es posible que la coloración de sus cuerpo cambie dependiendo del escenario.


Texto: Daniel Porto. Fotografía: Daniel Porto y Luis Sierra.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.