II Copa Colmic Castronuño 2018

En esta ocasión volvemos al maravilloso escenario de Castronuño. Valerio nos relata como discurrió esta nueva edición de la Copa Colmic en la que los alburnos volvieron a ser protagonistas.


Fiel a la cita un año más con los últimos calores del mes de septiembre llegó la esperada Copa Colmic de Castronuño. El río Duero lucía tan señorial como siempre y las verdes praderas junto con las cómodas plataformas de madera instaladas para la pesca hacían irresistible no acudir a la cita.


Sólo había una cosa más atrayente que el escenario y ese era sin duda la gente que acudía al mismo, no me canso de alabar la bondad de todo el grupo de pescadores que forman la familia de “Armería Paco”, grande esa gente de Zamora que siempre nos recibe con los brazos abiertos.


Este año no pude pasar el fin de semana entero por las tierras del Duero, estaba inmerso con mi equipo en los entrenamientos del Selectivo de Club en Castilla la Mancha en el Vicario y tocó el sábado entrenar con ellos y el domingo acudir a Castronuño en compañía de Sergio Íñigo y Mario Mateos a disfrutar de los alburnos y tal vez los barbos de Castronuño.

Nos habían comentado que el escenario estaba hasta arriba de alburnos pero que a diferencia del año pasado había mezcla de alburno pequeño y grande, saber seleccionar el tamaño del pez por tanto iba a ser una de las claves.


El sorteo me hizo caer en la zona de la derecha, me daba mala espina el sector pues tienes que luchar contra la punta real del escenario que siempre suele dar bastantes peces grandes. Aun así la estrategia era clara: alburno, alburno y alburno. Tenía dos puestos a mi izquierda la siempre buena referencia de Mario Mateos, aunque no nos veíamos, estando tan cerca siempre tienes maneras de saber qué tal va el otro.


 Preparé con mimo 5 kilos de engodo Colmic Alborella Extra Gold, le añadí colorante rojo y lo mojé de dos maneras diferentes, dejé una parte muy mojada para hacer nube en superficie y dejé otra parte bastante más seca por si quería pescar más profundo. Para mojar este tipo de engodo y dejarlo hecho sopa me gusta hacerlo al revés que con el resto de engodos, es decir, pongo agua en un cubo y le voy añadiendo engodo mientras remuevo con la mano.


Preparé con mimo todos los cebos, trigo, cañamón, maíz, gusano rojo viejo puesto en arroz para endurecer la piel (cortesía del amigo Yoni Díez), gusano fresco, lombriz etc… Cuidé la colocación de todos los taper en las bandejas, en la pesca del alburno es fundamental estar cómodo, para eso se debe colocar si somos diestros, en el lado izquierdo el engodo y un taper con agua, en mi caso también coloqué el trigo y el cañamón en ese lado a parte de un pequeño taper con gusano para ir cebando. Así podía manejar todo el cebado con la mano izquierda la cual además podía mantener siempre más o menos limpia con el taper de agua. En la otra bandeja tenía los cubos con el engodo de pez grande (Xtreme de la gama Master Series al 50% con tierra de fiume) y encolado, así como las tarrinas del gusano de anzuelar.


Comenzó la manga y los alburnos andaban dubitativos, comencé pescando con la caña Colmic  Record (ideal para el alburno grande) de 2,5 metros en superficie sin encontrar los peces, no estaban allí…en seguida puse a funcionar la cabeza y fui buscando los peces, la primera hora no terminé de tenerlos bien, y sólo conseguí sacar 80 pequeñines. Poco a poco notaba como mejoraba, la segunda y tercera hora hice una pesca buena con la caña de 3,5 metros, flotador Alborella de 1 gr y aproximadamente un metro de fondo, yo no paraba de tirar engodo en los pies, a parte cebaba con gusano suelto en la punta de la caña y pescaba a la caída aún más por delante, no sé si era la manera correcta de hacerlo pero el caso es que haciéndolo así conseguía que el 90% de los alburnos que sacaba fueran de buen tamaño y además aumenté el ritmo consiguiendo hacer 110 alburnos en la segunda hora y 120 en la tercera.


No sabía a ciencia cierta que tal iba, si sabía que el punta y el semipunta de la zona iban sacando peces grandes pero al ser sólo ellos no me planteaba la opción del pez grande pues la gente que estaba por el medio no sacaba peces. De los que pescábamos alburno, los “espías” del sector me decían que Mario era el que mejor iba y que me sacaba un buen puñado de peces. Tal vez por eso o tal vez por intuición decidí la última hora cambiar de manera radical la forma de pescar, cogí una caña corta de 2 metros, busque fondo casi a ras con un flotador Senna de 1 gr y busqué a ver qué tamaño de peces había donde llevaba toda la mañana metiendo engodo. La estrategia resultó un acierto, el fondo estaba plagado de alburnos grandes, en cuanto llegaba el cebo a su sitio, la picada y la captura eran inmediatas, sólo tenía el problema de evitar que el alburno pequeño cogiera el cebo a la caída antes de que llegara abajo pero pescando con 1 gr eso sucedía muy pocas veces. Fue una pena no haber probado antes esta pesca, la última hora metí al rejón casi 200 alburnos…En esta última hora los peces grandes aparecieron por todos los puestos y la tentación fue inmensa pero con el ritmo de alburno que llevaba era el momento de apretar los dientes, agachar la cabeza y terminar la manga ahí sacando todos los peces posibles.



Tras el pitido final llegó pesaje con un sabor agridulce, punta y semipunta se batieron en un bonito duelo por el 2º puesto del sector llevándose al final el gato al agua Raúl Ávila con 10,24 kg de carpas y barbos seguido muy de cerca por Óscar Fernández con 9,9 kg, el duelo alburnero lo ganó Mario Mateos haciendo 3º de sector con 9,52 kg mientras que yo me tuve que conformar con un 4º puesto al pesar 9,26 kg. Sabor agrio por quedarme a sólo un kilo del primero de sector pero con mucha gente en medio y sabor dulce por estar tan cerca en el pesaje de ese gran amigo, compañero y referencia en este deporte que es Mario. El año que viene prometo “venganza”!


Tras recoger, más rápido de lo habitual por orden del sargento Currillo, disfrutamos de un picoteo variado en el mismo escenario que supo a gloria, no hay nada mejor que degustar buen embutido, tortilla, empanada etc mientras nos reímos y aprendemos charlando entre todos de esta bendita afición.


Para poner punto y final a la Copa Colmic, la entrega de premios donde el panier Colmic Hurricane destinado al primer clasificado cayó en las manos de José Antonio Aranda, uno de más experimentados pescadores de alburno de nuestro país y gran conocedor de este escenario donde resulta muy muy difícil ganarle. Le acompañó en el pódium al igual que el año pasado Miguel Velasco que tampoco falla con los pequeñines y Raúl Ávila que supo aprovechar bien el siempre deseado puesto 60 de Castronuño.


Paralelamente a esta competición se desarrolló el mismo campeonato en la modalidad de feeder llenando así la totalidad del escenario, el vencedor en esta modalidad fue José Luis Blanco en el puesto 1 con un pesaje de 6.4kg, le acompañaron en el pódium Pablo Martín y Sergio Viscarret.



Texto: Valerio Chumillas. Fotografía: Natalia Gómez y Valerio Chumillas.


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