Corcheo: Best of Portugal 2018

No nos olvidamos del corcheo. En esta ocasión Valerio nos cuenta sus vivencias en una competición de corcheo celebrada en la ría de Aveiro, en Portugal. Una gran experiencia en la que Valerio tuvo que adaptarse a un escenario nuevo con una especie que desconocía.  Destacar la apuesta que hizo por el pez pequeño y el resultado que le deparó.



Esta crónica es especial para mí. Lo es por muchas cosas, fundamentalmente por ser la primera crónica de una competición fuera de las fronteras de nuestro país. También hace especial esta competición y por tanto esta crónica, la calidad humana de la gente implicada en la organización de este evento, corro por tanto el riesgo de no ser imparcial pues mi afecto hacia la familia Silva no me deja hablar de esta competición de una manera neutral.

Varios meses antes del Best Of Portugal recibí una llamada de mi buen amigo portugués Manuel Silva, este lobo de mar con importantes títulos como son por ejemplo en 2017, subcampeón de Europa individual, campeón de Portugal individual y por parejas con su hijo André Silva, Campeón de Portugal con su club, es además uno de las grandes personas que me ha hecho conocer el mundo de la pesca, desde que coincidimos hace unos años pescando al lado la primera manga del Open de Vigo, congeniamos bien y la relación con él y ya también con toda su familia es muy agradable.

 La propuesta de Manuel era clara, iba a organizar una competición de corcheo a lo grande en Aveiro, su ciudad, y le gustaría contar con la presencia de pescadores españoles  y casi de manera obligada con mi presencia, me daba a elegir los meses de abril y mayo, teníamos que encontrar una fecha en la que no hubiera competición federada de corcheo en ninguno de los dos países y que además yo lo tuviera libre, mi respuesta fue bastante negativa, sólo tenía un fin de semana libre…Tras comprobar que ese fin de semana estaba libre también de competiciones federadas de esta modalidad Manuel me dijo que ya le habíamos puesto fecha al Best Of Portugal de Corcheo Mar, el 19 de mayo.



Poniéndome las cosas tan fáciles sólo tenía un camino, asistir, a pesar de que el viaje sería totalmente precipitado después de mi Campeonato de España de agua dulce el fin de semana anterior, pero esta era una competición a la que para nada había que ir pensando en ganar, sólo en disfrutarla, todo el mundo debería afrontar más veces con este argumento la competición.

El viaje lo iniciaría el jueves 17 de mayo con idea de llegar allí por la noche para el viernes poder entrenar en el escenario y no darme la paliza de viajar solo el fin de semana hasta tan lejos. El escenario era la ría de Aveiro, es decir, la desembocadura del entramado de canales que el río Voga forma en Aveiro. Se trata de una escollera de fácil acceso pues tiene un paseo detrás y posibilidad de aparcar a escasos metros del puesto. La escollera tiene una parte llana en la zona de arriba donde poder montar todo con comodidad y luego está formada por unas piedras que no son incómodas pero si resbaladizas si la marea está baja y hay que pisar terreno mojado. Las mareas tienen una influencia brutal en el escenario, si el coeficiente de marea es alto la corriente es tan fuerte que dificulta muchísimo la pesca de las “tainhas” (lisas en castellano) que son las reinas de estas aguas en cuanto a pesca de competición se refiere.



En el día de entrenamiento fui consciente desde el primer momento que la cosa iba a estar escasa de capturas, conocía el escenario de otra visita anterior y vi que el ritmo de capturas en nada se parecía al de ahora, cuando la marea estaba bajando el agua corría hacia el mar, hacia la izquierda según está situado el pesquero, a una velocidad endiablada, cuando la marea estaba subiendo corría al revés pero con la misma velocidad, sólo en el cambio de marea la corriente nos daba un respiro de escasa duración.  Probamos André Silva y yo diferentes maneras de pescar la lisa, tanto con boloñesa como con enchufable a una distancia de 8 metros, yo era incapaz de controlar el engodo, la idea era cebar muy a contracorriente en algún remolino e intentar hacer la pasada con el flotador acompañando la mancha de sardinha y areia (sardina molida mezclada con arena de playa) que era lo que utilizábamos como engodo. A mí me costaba detectar el remolino, me costaba poner en el sitio el engodo con la cuchara para cebar y me costaba colocar el flotador en el sitio antes de que la mancha de engodo hubiera desaparecido del pesquil aguas abajo, os aseguro que no es fácil hacer eso en un segundo pues a los 3 o 4 segundos había que sacar la caña y repetir la operación.

Ante los escasos resultados obtenidos le pregunté a André cómo plantear la pesca del pez pequeño que en casi toda competición existe, en este caso eran pejerreys, un pez de unos diez o doce gr de peso de aspecto similar al alburno con unas características curiosas en su pesca a las cuales me adapté bien, las claves para la pesca de este pez es tener claro ciertas cosas como son, la fragilidad de su boca, cuidado con tirar fuerte las picadas, lo sensible de su manera de comer, no esperes que te hundan el flotador, la localización del pez a la retaguardia de la corriente protegiéndose con las piedras grandes, no se trataba de atraer el pez a tu pesquil engodando sino de buscarlo en las zonas donde estaba guarecido. Para su pesca monte las Colmic Alburn, una excelente caña fija ideada para el alburno que se adecuaba perfectamente a la pesca de este pequeño pez. Flotadores alargados tipo Colmic Alborella de 1 gr, línea directa del Stream del 0,16 por si se cruzaba por el camino algún sargo o alguna lisa y un Hayabusa 128 del 16 como anzuelo para pinchar perfectamente este delicado pez. Como cebo lombriz del terreno, miñocas portuguesas!



Terminamos el día de entrenamiento y en mi cabeza rondaba la idea de jugármela al pez pequeño, tocaba ahora acudir al sorteo y saludar otros amigos asistentes a esta competición tanto gallegos como portugueses. El 19 de mayo amaneció espectacular para la práctica de nuestro deporte, soleado, sin viento y con temperatura agradable, ya en el pesquero recogimos el pack de cebos que la organización ponía a disposición de los pescadores que nos desplazábamos de lejos a un precio muy asequible y nos dirigimos cada uno a nuestro puesto para preparar todo. Aspecto este de los cebos muy favorable para acudir desde lejos sin preocupaciones, gran idea de la organización.

Pescamos toda la manga con la marea bajando y la ría tirando fuertemente, yo pesqué en el sector de la izquierda y pronto Didier Coelho en la punta a favor de corriente empezó a clavar algunas lisas. Salían peces aislados por el medio pero no con ritmo, yo fiel a mi idea lo intenté con el pez pequeño de todas las maneras posibles pero no hubo manera, no cogía ritmo de ninguna manera. Ante el fracaso con los pequeñines de vez en cuando lo intentaba al pez grande pero tampoco los encontraba. Mala manga esta para mí donde no encontré los peces en ningún momento y tan solo obtuve algunas capturas puntuales que me llevaron a pesar unos 200 gr y hacer un 9º de sector en zonas de 14 pescadores y un 25 en la clasificación general de la manga. Pobre resultado. Me llevaba al menos la alegría de que en el sector B mi amigo André había conseguido hacer un 1º de sector y lucharía por la victoria final en la segunda manga.


La segunda manga me deparó la semipunta a contracorriente del sector B, pese a que me habían comentado que se trataba de un buen puesto para el pez grande, yo seguía con mi idea de pescar el pejerrey, en la primera manga había tenido un problema claro, en la orilla no tenía ninguna piedra que me frenara la corriente, por tanto no tenía un lugar adecuado para su pesca, pero en esta segunda manga la cosa cambiaba, una gran piedra delante del puesto me servía para frenar la corriente y crear una zona perfecta para pescar estos pequeños y curiosos peces.

Comenzamos la manga y rápidamente encontré los pejerreys, la primera media hora fue muy buena llevando una media de pez por minuto, pronto vi que mi enemigo era la subida de marea, el mar se estaba llenando y cada vez me iba a ser más difícil pescar bien en la zona adecuada, conseguí mantener un ritmo alto de capturas la primera hora y además me motivaba ver que en el sector nadie daba con las lisas y nadie llevaba mejor ritmo que yo al pez pequeño. Aguanté en la piedra plana que había instalado mis cebos y mi cubo de engodo hasta que las olas de los barcos me empapaban las piernas, cuando ya empezó a ser algo peligroso seguir ahí, recogí y me subí al panier que tenía instalado en la parte alta de la escollera para pescar sentado la segunda parte de la manga, desde esa posición con las alburneras ya no llegaba bien a pescar en la zona de la piedra, intenté engodar cerca para atraer los peces más cerca, hasta ahora no había tocado el engodo, pero no funcionó, tuve por tanto que buscar otra piedra plana más abajo donde instalarme y seguir rascando peces ahora ya con un ritmo mucho menor. Al final terminé usando la boloñesa para el pez pequeño pues era la única manera de seguir rascando gramos, una pequeña mojarra se coló entre los pejerreys y con eso y unos cien pequeñajos pude pesar algo más del kilo de peso que a falta de confirmación al terminar el pesaje me daban como vencedor del sector. No servía para nada en la clasificación, pero debo reconocer que me hizo mucha ilusión cuando me confirmaron que había ganado el sector, a veces el pez pequeño se come al grande, dos pescadores de la parte de la punta a favor de corriente consiguieron sacar una lisa pero ninguna de ellas llegó al kilo de peso.



Buen broche al Best of Portugal en el terreno pesquero, pero faltaba el broche final a la competición, la cena de entrega de premios. Fue una cena muy agradable donde degustamos diferentes platos de la cocina tradicional portuguesa y convivimos todos los pescadores y los acompañantes en una armonía genial.

Todos los participantes firmamos dos camisetas de la marca Colmic que quedarán para el recuerdo de Joaquim Miguel (representante de la marca Colmic en Portugal) y de Zelia Alfonso (Reciente campeona del mundo de surfcasting en Sudáfrica y participante en el open).


Yo terminé en 13º posición general, se me escapó el “Top ten” por escasos gramos en la clasificación de la primera manga, buen sabor de boca aun no siendo una buena clasificación. Buenos premios los repartidos para los 18 primeros clasificados destacando tres premios económicos. La general la venció Guillerme Serrario, gran entendedor de la pesca de la lisa en superficie que consiguió aplicar las dos mangas batiéndose en un intenso duelo en el sector con el segundo de la general Antonio Santos en la segunda manga el cual se decidió al final por peso tras el empate a puntos. André Silva terminó tercero tras no poder rematar la faena en la segunda manga.



Ha sido esta una competición inolvidable pues disfruté mucho de la pesca, del viaje, de la compañía de mi “familia” portuguesa, de Paolo Paraty, incansable en la organización, conocí gente nueva como José Santana, también implicado en que el evento marchara correctamente o Didier Coelho (futuro protagonista de mi siguiente experiencia compitiendo en Portugal “Coelho Máster 2019”!!!), en fin grandes días los pasados en Portugal y donde gustosamente volveremos el año que viene, desde aquí os animo a todos a que viváis esta maravillosa competición el año que viene! Pesca a boia en estado puro!!!!!






Texto: Valerio Chumillas. Fotografía: Carlos Silva.

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