Peces grandes al feeder

En esta ocasión os traigo la crónica de una jornada de pesca al feeder en una laguna situada en la Comunidad de Madrid. Con la llegada de los primeros fríos es el momento ideal para intentar capturar alguna de las grandes carpas que habitan este tipo de aguas. 


A mediados del mes de Noviembre llega uno de los mejores momentos para intentar capturar algún pez más grande de lo habitual e ir terminando el año con un par de buenas instantáneas. Con la llegada del frío los peces grandes buscan cargarse de grasas y nutrientes y pasan más horas buscando algo que comer. Antes de nada, mi definición de un pez grande es aquel que supera los 4 kg. Evidentemente esto está muy lejos de los tamaños que maneja mi amigo Oscar y el resto de compañeros del carpfishing pero mi idea era utilizar la inglesa o el feeder para capturarlos. Peces por encima de los 6 kg es difícil que lleguen a la sacadera utilizando estas técnicas.   

Para esta jornada de pesca a feeder no madrugué en absoluto. No llegue a la orilla antes de las 11:30 de la mañana. Mi idea era utilizar las horas centrales del día y el inicio de la tarde para lograr mi objetivo. Tenía algo más de 5 horas por delante para intentar capturar alguno de peces. 



El escenario elegido fue una laguna de las muchas que hay en el sudeste madrileño, recomendada por mi amigo Francisco. Barbos y carpas habitan estas aguas, bastante presionadas. Los tamaños son bastante "generosos" y no es muy difícil sacar peces por encima de los 4 kg. Resaltar que esta era la segunda vez que pescaba esta laguna. La primera, hace 4 años, me dejó una bonita carpa de 5,200 kg que saqué con garbanzo como cebo utilizando las cañas de carpfishing de 2,5 lb que tenía por entonces. 


Llegué a la orilla en torno a las 11:30 y empecé a sondear antes de a las 12:00. Si quería tener alguna posibilidad sabía que todo pasaba por encontrar un punto decente donde posar mis cebadores. Esta operación me llevó más de 20 minutos. Al final encontré una zona de fondo más o menos liso y sin enganches. Por delante tenía una zona de fango y más cerca tenía algunas piedras grandes. La distancia era de unos 30 metros y la profundidad era mucha: mi cebador tardaba más de 20 segundos en tocar fondo. 

El agua estaba bastante clara, se notaba que el frío empezaba a sentirse por la noche. Quizá sorprenda la profundidad del puesto pero es algo bastante habitual en este tipo de escenarios y ya estoy bastante acostumbrado después de algunos años pescando este tipo de lagunas. 



Se notaba el momento del año en que estábamos porque algunos árboles habían perdido ya sus hojas y otros estaban empezando a hacerlo. Los carrizos y tarays que rodean la laguna empezaban a "secarse" mostrando sus tonos más otoñales. 

Mi planteamiento, para pescar al feeder, consistía no meter mucha comida pero si de gran calidad y pescar lo más preciso posible usando el clip del carrete todo lo que pudiese (o los peces me dejasen). El engodo elegido era una mezcla rica en proteinas a base de pescado y cañamón a la que añadí micropellets de krill y halibut. Para el cebo me decidí por pellets de 8 y 10 mm y algunos miniboilies de estos mismos tamaños. 


Este día utilicé una caña de feeder de 3,60 m, acción 20-60g, equipada con una puntera de 2 oz. Resultó ser demasiado blanda para esta pesca y alargó demasiado las luchas con los peces pero, por contra, no perdí ninguno de los peces que clavé. Ya tengo en mente una caña similar con acción 40-120g más apropiada para luchar con estos "titanes". El carrete, un modelo antiguo de spinning en tamaño 4000 y freno delantero, no mostró sintomas de fatiga. El hilo usado fue uno específico de surfcasting que solo he usado en alguna ocasión para pescar peces grandotes. Sin problemas con él.

La elección del cebador fué fácil. En este tipo de lagunas suelo usar un modelo antiguo de Preston pero que me parece muy adecuado para estos escenarios tan profundos. Se trata de una "jaula" en plástico bastante cerrada y muy compacta: vuela bien y conserva el engodo hasta llegar al fondo. 


Aunque invertí mucho tiempo en sondear, empecé a recoger resultados enseguida. Después de 6 cebadores cargados con engodo y pellets de varios tamaños lancé mi montaje ya equipado con un bajo de línea de 0,22 mm y anzuelo nº12 y pude comprobar que ya tenía actividad en el puesto. Decidí recoger y lanzar un nuevo cebador cada 6 minutos y al tercer lance clavé mi primer pez. La picada, como bien me había aconsejado Francisco, no fue nada brusca sino un pequeño toque seguido de un toque más mantenido en el tiempo. Una pequeña lucha y primer pez en la sacadera. No era el objetivo pero era un inicio esperanzador.


El resto de la jornada transcurrió muy tranquilamente. Se levantó algo de viento y cayeron algunas pequeñas lloviznas. Pero las picadas fueron transcurriendo y fuí metiendo peces cada vez mayores en la sacadera. El pellet de krill de 10 mm fué el cebo que mejor funcionó ese día. Curiosamente todos los peces picaron en torno a los 5 minutos después de que el cebador tocase el fondo. 

Para pescar lo más preciso posible pesqué todo el tiempo con el clip del carrete. Si, peces grandes y pescar con el clip son dos conceptos compatibles. El proceso es trabajoso y no admite de errores pero, una vez mecanizado todo son ventajas ya que no hay nada más preciso que pescar de esta manera. Después de meter el hilo en el clip lanzas a la zona elegida y conforme el cebador toca el fondo, sacas el hilo del clip. Cuando se hunda la línea recoges unas vueltas para tensar la línea y esperas la picada con el freno ajustado a tu gusto. Si pica el pez grande y te saca línea no tienes problemas para darle línea. Si no tienes picada vuelves a sacar las vueltas que habías recogido antes y metes el hilo en el clip de nuevo. Recoges y vuelves a lanzar. Así una y otra vez. Evidentemente debes marcar la línea para, en caso de luchar con un pez, puedas volver a la misma distancia. Personalmente marco dos veces: la primera mediante un pequeño nudo y la segunda pintando la línea con un rotulador indeleble. 


Terminaré esta entrada recordando la necesidad de usar un aro grande de sacadera y una moqueta de desenganche con estos peces. Evitaremos que se dañen cuando los sacamos del agua y los manipulamos. Debemos dar un paso más. Con devolver los peces al agua no vale, se trata de devolverlos en las mejores condiciones posibles



Todo salió a pedir de boca y después de 4 horas de pesca y otras tantas buenas carpas, decidí empezar a recoger. Y fue justo en el ultimo lance cuando llego la picada más brusca de toda la jornada. Sacó más de 20 metros de línea en la primera arrancada. Después de unos minutos asomó el pez que más ilusión me hizo: un viejo barbo, no muy grande pero con una cola espectacular. Sorpresas que te puede traer un "último lance".




Texto: Daniel Porto. Fotos: Daniel Porto.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.