A mosca: 3.- Primeras impresiones

Han pasado varios meses desde que escribí la anterior entrada sobre mis primeros pasos en la pesca a mosca. Desde entonces, momento en el que solo tenía algunas ideas y tres libros sobre este tipo de pesca, han pasado muchas cosas. Me propuse escribir regularmente sobre el tema pero, por unas cosas u otras, no ha sido posible. Desde que escribí mi última entrada sobre esta pesca he conseguido una caña y un carrete, he "aprendido" a lanzar, he atado algunas moscas y he pasado varias jornadas en el embalse detrás de los peces. ¡Incluso he conseguido tocar escama!


Mi primera carpa a mosca.

En alguna ocasión me he preguntado: "¿Para qué me meto yo en semejante berenjenal si apenas tengo tiempo para pescar...?". Todo empezó por el afán de mejorar, de ser más completo, pero, después de pasar algunas horas detrás de los peces, la cosa ha cambiado. Es una cuestión de sensaciones. Bajar al embalse ligero como un corzo, recorrer la orilla oteando la presencia del pez y rececharlo para lograr que tome tu mosca es una sensación que me encanta. Soy consciente de que utilizo muchos términos cinegéticos pero creo que son los apropiados.  Por la forma de buscar el pez y acecharlo, esta pesca se parece mucho a la caza.

He podido disfrutar de bastantes bogas subiendo a la seca.

Una tarde de abril mi amigo Luis Sierra (¡Cuánto te mencionamos en este blog Luis..!¿Por qué será?) me trajo una caña, un carrete y pasó unas horas explicándome como manejarla. Una caña Browning línea 5-6 (de cuando las cañas se fabricaban en Europa) que prometí cuidar y cuido con mimo. El carrete y la cola de rata también corrieron de su cuenta. Se las devolveré en el mismo estado pero con algunas horas más de uso. Sus consejos e indicaciones me los quedo. Ayuda mucho empezar con los consejos de un experto.

"Fabriqué en France"

El lanzado es el tema que más me preocupa. Pasé algunos ratos haciendo ejercicios en un trozo de césped que hay en un parque cerca de casa. La gente que pasaba por allí corriendo o paseando al perro me miraban bastante extrañada. Soy consciente de que estoy francamente verde en este aspecto. Lanzar en las playas del embalse no te exige estar pendiente de obstáculos. Tienes todo espacio del mundo. No hay ramas que te molesten. Seguiré practicando, no queda otra opción.

Carpas en apenas dos palmos de agua.

Mi idea inicial con el tema de las moscas ha cambiado ligeramente. Pensaba comprar más que atar. De hecho, no pensaba atar más que alguna ninfa fácil. Tengo unas nociones básicas de montaje y algunos materiales. Cuando tenía 15 años y empezaba a dar mis primeros pasos en esto de la pesca me apunté a un curso de montaje que impartían en la Casa de la Juventud del municipio donde vivía. Hace mucho de esto pero conservo los materiales y algunas nociones. He comprado algunas mosca a César Tardío, que de esto de pescar ciprínidos a mosca sabe mucho, y he atado unas pocas hormigas de ala (que me han quitado las carpas), algunas secas para las bogas y algunas ninfas pequeñas. He atado mucho más de lo esperado. No se que haré a partir de ahora. Seguro que montaré más hormigas pero no quiero complicarme y pasar muchas horas frente al torno. El futuro dirá.


La caja de moscas del mosquero novato.

Mi primera salida fue frustrante. Aunque conseguí que algunos peces subieran a mi mosca, el viento y mi falta de pericia me llevaron a mi primer bolo pescando a mosca. Tocaba ponerse las pilas. En mi segunda salida por el embalse con la caña en la mano conseguí engañar a mis primeros peces a seca: dos pequeñas bogas. Ambas subieron a una pequeña mosca blanca en la zona donde el río entra en el embalse.

¡Qué bonitas son las moscas!

En las siguientes salidas, ya con el verano avanzado, descubrí algunas reculas someras donde las carpas se adentran buscando pequeños cangrejos y larvas en las zonas de fango. Arrastrándome y buscando el favor del viento conseguí poner en su radio de acción algunas imitaciones de quironómidos y pude disfrutar de tremendas picadas y carreras impresionantes en apenas 20 cm de profundidad. ¿Y que decir del momento en el que vuelan las hormigas de ala? Una tarde perdí las 6 hormigas de foam que me conseguí a poner cerca en la boca de las carpas. Impresiona cuando aparece el morro de la carpa a centímetros de tu mosca pero más impresiona el "arreón" que te dan estos peces cuando notan la clavada. El año que viene no afinaré tanto con los bajos...

Para increíbles los arreones de las carpas.

Ya puedo afirmar que esta pesca enamora. Ver subir al pez, las luchas impresionantes, las caminatas por el embalse, el "minimalismo" de esta pesca, el contacto con el medio... La experiencia ha sido maravillosa. Ya estoy soñando con la próxima temporada.


Texto: Daniel Porto. Fotos: Daniel Porto. 

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