Diferencias entre el corcheo y la pesca en agua dulce

Escribo esta pequeña entrada para hablar de una modalidad muy en auge en estos últimos años en España, el corcheo mar o lo que es lo mismo, la pesca con flotador en agua salada. Vamos a hacer una comparativa entre la pesca con flotador en agua dulce y el corcheo. Espero que al conocer un poco más esta modalidad os animéis a practicarla ahora que se acercan las vacaciones estivales y muchos de vosotros pasaréis unos días a la orilla del mar. Con un equipo ligero podéis disfrutar muchísimo en un puerto, una escollera o hasta una playa.

Foto: Miguel Ángel Ruiz.


Cañas:
La caña estrella en corcheo es la boloñesa, las más usadas son de 5 a 8 metros y en diferentes acciones desde muy parabólicas hasta potentes con acción de punta.  En competición están prohibidas las cañas sin anillas pero por libre se pesca muchas veces con cañas fijas de hasta 9 metros y también tengo constancia de alguna pesca en puerto con la enchufable pero esto último es muy inusual. La inglesa puede usarse en muchos escenarios pero los flotadores alargados no presentan demasiado bien si hay oleaje. En mi etapa como pescador en Canarias conocí las cañas japonesas, son una especie de boloñesa super parabólica, doblan hasta el mango y la caña se hace literalmente un cero cuando trabajas un pez grande, a pesar de su aspecto frágil son cañas que nos permiten levantar peces de cierto peso sin usar sacadera en pesqueros donde ensalabrar los peces es un problema.




Carretes:
En este apartado las diferencias son inexistentes siendo totalmente válidos para corcheo los carretes que usamos para la pesca a la inglesa o a la boloñesa en agua dulce.

Flotadores:
Hay diferencias pero menos de las que a priori puede parecer, de hecho el 90% de los flotadores de agua dulce pueden ser usados en el mar, quitando los flotadores planos o galletas típicas de la pesca con enchufable en corrientes. Tampoco es habitual usar en el mar flotadores de un gramaje inferior al gramo. Son muy usados los flotadores correderos sujetos por dos puntos, es decir un flotador convencional que en vez de estar sujeto al nylon por siliconas se le pone una especie de anilla al final de la quilla y se convierte en un flotador corredero para pescar con mucho fondo. Este tipo de flotador lo podemos fabricar de manera casera o comprar los modelos que casi todas las marcas tienen preparados. Es un flotador que también se usa en agua dulce para boloñesa pero no de manera habitual en España donde los ríos caudalosos y profundos no abundan. Para pescas en la espuma, es decir en roquedos donde el mar bate con fuerza se usan flotador de corcho de los de “toda la vida”. También son muy  útiles en algunas ocasiones los llamados “huevos” es decir flotadores redondos plomados muy aerodinámicos con los que podemos ganar mucha distancia en el lance para pescar en superficie alejados de la orilla.



Líneas:
La pesca en agua salada es tan variable que hablar de líneas es complicado, el fluorocarbono es fundamental en los bajos de línea, muchas de las especies tienen dientes y casi siempre hay rocas con las que el hilo puede rozar, además se pesca casi siempre a medias aguas y la invisibilidad del fluorocarbono es un punto a su favor. Todos estos factores hacen del fluorocarbono indispensable para el corcheo.
Para las líneas principales se usa nylon de diámetros que oscilan entre el 0,12 y el 0,40. Hay que desmitificar la pesca de agua salada como una pesca bruta donde todo vale y siempre se usan anzuelos gigantes e hilos muy gruesos. Lanzar un flotador de dos gramos para pescar a 30 metros con cierta brisa requiere en el carrete hilos muy finos y no es nada raro montar en el carrete un 0,12 cosa que yo en agua dulce no he usado nunca.
Otra particularidad de los bajos de línea es que en ocasiones son más gruesos que la propia línea pues los peces con dientes aunque sean de pequeño tamaño destrozan el terminal, el pez más problemático para esto es la boga de mar, para pescarla muchas veces se usan bajos híbridos, es decir, un bajo fino con 3 o 4 cm de un 0,30 al final que es donde morderá el pez, en ocasiones la gente hasta pone un terminal de silicona de la usada para fijar flotadores en la unión del nylon con el anzuelo para evitar los mordiscos de las bogas.

Anzuelos:
Es otro campo demasiado amplio para generalizar. Se pueden pescar obladas con un 16 de anzuelo y dos asticot o se puden pescar sargos en la rompiente con un anzuelo del 2/0 y un langostino entero de cebo. Sólo hay que adaptar como siempre el anzuelo al tamaño del cebo y del pez.



Engodos:
Para mí hay dos reyes en el corcheo para cebar, el pan y la sardina, son innumerables las combinaciones que se pueden hacer con estos dos elementos. Una cosa que llama la atención es que los engodos de mar suelen ser mucho más acuosos que los de agua dulce por tanto para tirarlos se usa una cuchara con mango, quien maneja bien esta herramienta coloca una palada de cebo a una distancia increíble con precisión absoluta. También se usan engodos comerciales como los de agua dulce para remojar y hacer bolas siendo muy habitual el uso del colorante blanco para hacer nube.
Si queremos simplificar no hay nada como el pan remojado en agua con un poco de pan rallado para darle la consistencia necesaria dependiendo en qué capa de agua queremos pescar, cuanto más pan rallado añadamos más rápido bajará al fondo nuestro engodo.
En la zona norte la sardina machacada mezclada con arena es uno de los engodos más efectivos, el poder atractivo de la sardina es inigualable, pero su preparación es bastante más engorrosa.
Por tanto si preparamos una jornada seria de corcheo no pueden faltarnos tanto tiradores de los que usamos en inglesa para cebar con bolas de engodo como la cuchara para cebar con engodos acuosos. Un truco para usar bien esta cuchara es mantenerla siempre en un cubo con agua, así el engodo no se pegará a la hora de lanzarlo pues la cuchara estará limpia siempre.





Cebos de anzuelo:
Sólo hay un cebo que se use en ambas modalidades, el asticot, le ha costado ganarse el respeto entre los pescadores de agua salada pero se ha ganado a pulso que cada vez tenga más fan ya que es aceptado por multitud de peces y es un cebo duro cuando la morralla (peces pequeños) molesta.
Por lo demás en el mar puede usarse casi cualquier cebo que venga del propio mar, todo es cuestión de ingenio, todo tipo de pescado o marisco tiene su aceptación por parte de los peces siendo los más usados la gamba y los peces azules tipo caballa, jurel o sardina.
Si nos ponemos a hablar de lombrices de mar también tenemos para rato, no son demasiado usadas en corcheo siendo un cebo más típico de surfcasting pero una caja de coreanos no puede faltarnos si vamos a un sitio donde no sabemos que especies habitan. Si vamos a usar este cebo por primera vez debo decir que hay que comprar también una aguja hueca para ensartarlo y que debemos tener cuidado con los mordiscos que la lombriz intentará darnos o nos asustaremos un poco.
Pero sin duda el rey del corcheo en España es el pan, en cualquiera de sus modalidades, pan de molde, croissant, pan trenzado (mi favorito)…
Cada maestrillo tiene su librillo en la forma de preparar el pan de anzuelo pero generalizando se trata de remojarlo, aplastarlo para quitarle el sobrante de agua, mantenerlo en un trapo húmedo y de ahí sacar hebras para anzuelar.



Forma de pescar:
Para mí la diferencia fundamental es una, la profundidad de pesca, mientras que en agua dulce el 90% de las pescas se hacen en el fondo, en agua salada el 90% de las pescas se hacen a medias aguas.
No se puede describir en unas líneas como pescar en el mar pues depende sobretodo de la especie que busquemos pero a grandes rasgos diré que la capa de agua que oscila entre 2 y 5 metros es la más rentable para arrancarle algún pescado al mar.
Los horarios de pesca varían algo en el sentido de que para la captura de ciertas especies la noche es mucho más favorable. La pesca nocturna en agua salada está permitida en toda España al contrario que ocurre en agua dulce.




Especies:
Para mí la diferencia fundamental aquí, aparte de que obviamente los peces son diferentes, es la diversidad. Rara vez en una jornada en agua dulce pescamos más de 4 o 5 especies diferentes y en cambio en el mar es frecuente coger 10 peces y que cada uno sea de una especie.
Algunas de las más pescadas corcheando son la lisa, reina de la pesca de competición, el sargo y cualquiera de sus primos espáridos, la palometa, la oblada, la lubina etc…



Consejos finales:
Espero que os sirva este pequeño artículo para animaros a disfrutar de esta apasionante pesca, os recomiendo como siempre captura y suelta de las especies que se pueda, en el mar a veces no es tan fácil devolver los peces vivos al agua, cuidado con las tallas mínimas si decidís llevaros algún pez a casa para comer, cuidado con las licencias necesarias dependiendo la comunidad y sobretodo CUIDADO con el mar, no merece la pena pescar en sitios peligrosos, mucho ojo a donde nos ponemos pues las olas nos pueden dar un susto mortal.



Texto: Valerio Chumillas. Fotos: Valerio Chumillas 



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