Bremas en Francia con method feeder

Por tercera vez en los últimos 5 años, hemos pasado las vacaciones en Francia. El país vecino ofrece muchas posibilidades a los viajeros que quieran alejarse de playas y masificación y busquen, por el contrario, paisajes verdes, tranquilidad y buena gastronomía. Este ha sido un viaje mucho más tranquilo que los anteriores. Hemos recorrido menos lugares pero hemos descansado más. Era el primer viaje "serio" con el bebé y no queríamos arriesgar demasiado.

El objetivo era divertirse con las bremas. Conseguido.


Francia ofrece muchas cosas pero para mi es un destino especialmente atractivo para el pescador. Con una licencia vacacional (válida por 7 días) muy fácil de conseguir, multitud de ríos, embalses y "etangs" que pescar y con una riqueza piscícola inigualable, es el destino soñado. Con cualquier destino del suroeste de Francia a menos de 8 horas de coche de Madrid, creo que no se puede pedir más.



¿Os gusta mi nuevo asiento?


Cómo siempre que viajo, llevé conmigo muy poco material. Caña, mango de sacadera y dos picas en un tubo al fondo del maletero, un cubo plegable con 4 tarrinas y una pequeña bolsa con cebadores, carrete y unos cuantos bajos. Minimalismo puro. En Francia hay tiendas de pesca prácticamente en todos los pueblos de mediano tamaño. El plan era comprar allí engodo, pellets, cebos y cualquier cosa que pudiese necesitar.

Los cebos empleados en estos días. El Frolic no llegué a probarlo.


La pesca que pretendía hacer era muy sencilla, sin complicaciones. Quería aprovechar algunos ratos muertos y pescar pequeñas sesiones de 2 o 3 horas en un pequeño lago en las inmediaciones de nuestro alojamiento. Y, en mi opinión, nada es mas sencillo y eficaz que el pescar al "method feeder". Esta técnica es genial si te enfrentas a un escenario con una buena densidad de peces y estos comen con cierta confianza. Por estos motivos llené mi bolsa con diferentes cebadores de método y bajos de 8 o 10 cm. El escenario ya lo había pescado en otra ocasión y sabía más o menos a lo que me enfrentaba. El pequeño lago gozaba de una muy interesante población de bremas de tamaño medio, rotengles (escardinios), pequeñas percas y algunas carpas, amures y tencas dispersas.

Valientes rotengles/escaridinios que llegaban a comerse los boilies de 10 mm.

Esta fue la brema más pequeña que saque estos días.


Una vez allí me acerqué a una tienda a 15 minutos de nuestro alojamiento que estaba bastante bien surtida. Encontré una gama de engodos que Dynamite Baits parece fabricar en exclusiva para el mercado francés. Las experiencias anteriores con esta marca han sido bastante buenas así que no lo pensé mucho. Esta gama "carpodrome match" me pareció muy adecuada para la pesca que quería hacer. Engodo muy fino con un olor muy intenso. También pellets de 3 mm de krill de la misma marca para completar que me parecieron magníficos.

No son grandes luchadoras pero es un pez muy entretenido pescando a feeder.


Como ya he comentado antes, no iba a pescar más que dos o tres horas seguidas y las bremas no son peces que acudan rápido al cebado. Decidí "arrancar" las pequeñas jornadas con 5 o 6 cebadores de jaula especiales para el inicio (uso los de medida reglamentaria que pueden encontrarse en todas las tiendas) cargados de engodo, pellets, maíz y algunos miniboilies. Buscaba zonas donde pudiese apreciar actividad de los peces y estas solían estar entre 30 y 40 metros de la orilla.

Básico pero eficaz: el montaje más utilizado estos días.


Con el cebado ya hecho, cambiaba la jaula por un cebador de método y me disponía a pescar. Suponía que el maíz sería el cebo que mejor aceptarían los peces pero me equivoqué. En todas las vacaciones no saqué más de 3 peces con este cebo. El cebo estrella, tanto para bremas, escardinios y carpines (gibelios o "tontos", como queráis llamarlos) fue un minibolie blanco de 10 mm que llevé conmigo desde Madrid. Lo curioso es que el mismo boilie en versión "pop up" no me dio ni una sola picada.

Los cebos más utilizados: boilie blanco de 10 mm y dumbell blanco de 8 y 10 mm.


Los primeros en llegar al festín eran los rotengles/escardinios. Apenas 5 minutos después de empezar a pescar ya se observaban sus nerviosas picadas. Para pescar con el método suelo utilizar punteras de 3 o 4 oz. Las picadas son muy agresivas y no hay necesidad de remilgos. Aún con las punteras de 3oz las picadas de estos pequeños peces eran clarísimas. Eso si, en cuanto entraba algún pez más grande al cebadero, desaparecían y no volvían a aparecer en el resto de la jornada.


Ni siquiera daba tiempo a que el cebador soltase todo el engodo/pellets.

Conforme iban pasando los minutos iba disminuyendo el contenido de engodo de mis cebadores y aumentando la cantidad de pellets. Quería que los grandotes encontrasen comida cuando decidiesen entrar en el pesquil. Cuando empezaba a ver toques de línea era el momento de dejar la atracción y pasar a la comida. En general esta estrategia me funcionó bastante bien. Empezar solo con engodo y acabar solo con pellets. Si notaba una alarmante falta de actividad en el puesto metía 3 o 4 cebadores solo con engodo en pocos minutos y solía reactivar el puesto.

No piché ninguno de los peces grandes que habitan en el lago.

Solo saqué 3 carpines pero de un tamaño asombroso.


Disfruté de jornadas de más de 20 bremas en 3 horas pero también jornadas donde tuve que luchar mucho por mojar la sacadera. Me dí cuenta que el engodo oscuro funcionaba mejor en este lago demasiado tarde. En más de una ocasión tuve que recurrir a salirme del pesquil y rebuscar para encontrar alguna picada. Supongo que haber conocido más profundamente el comportamiento de los peces en este lago hubiese ayudado. Pero en general lo he pasado bastante bien. No he clavado ningún pez "bonus" de lo que sé que habitan este lago pero he cumplido con creces mi objetivo de divertirme con las bremas. Espero no tardar mucho en volver a disfrutar de los escenarios franceses.

¡Siempre captura y suelta!



Texto: Daniel Porto. Fotos: Coral Rubio y Daniel Porto. 


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