Copa Colmic "La Barqueta" 2017


El fin de semana del 26 de febrero coincidiendo con la fiesta de Don Carnal se celebró en Sevilla en el escenario de “La Barqueta” la III Copa Colmic de este 2017 y allí estuvo Valerio para darnos todos los detalles.


La previa:

No se puede hablar de La Barqueta sin hablar de sus barbos, el río Guadalquivir alberga en estas aguas una cantidad grande de este ciprínido, pero no es su cantidad sino su descomunal tamaño lo que hace las delicias de los pescadores.  Es común en casi cada competición sacar peces de en torno a los 4 kilos y de vez en cuando salta la sorpresa con algún pez de hasta 8 kg… Es por ello la Barqueta un lugar donde llevar tus equipos y tus materiales de pesca al límite, con cada pez pinchado salta la adrenalina y cada batalla es de igual a igual siendo por tanto muchas veces el barbo quien vence y consigue zafarse de nuestro anzuelo o romper nuestra línea…


Valerio con una estupendo barbo capturado en La Barqueta.


El escenario se encuentra en Sevilla capital en un tramo desviado y canalizado del Guadalquivir que bordea la ciudad, la zona de pesca es la situada entre los puentes de La Barqueta y del Alamillo. Se trata de un escenario semiartificial siendo la orilla de cemento y siendo necesario a veces el uso de cuerdas para asegurar nuestro panier a los inclinados bloques de cemento. Otro problema del escenario es el coche, si vamos a pescar por libre no quedará más remedio que aparcar lejos, cargar un carro y bajar al escenario por el túnel que hay en la calle José Díaz y que nos saca al escenario cerca del puente del Alamillo. Una vez en acción de pesca debemos tener cuidado con otras dos cosas, primero los amigos de lo ajeno, estamos en un paseo peatonal por donde aparte de gente en bici, cuidado con lo que sobresalen las enchufables, y gente paseando, también hay muchos amigos de lo ajeno que aprovechan que el pescador está a lo suyo y puede ser presa fácil de algún hurto, recomiendo por tanto tener bien controladas y a la vista todas las pertenencias. Cuando ya hemos conseguido llegar al escenario con nuestro carro, tener la zona donde desenchufamos señalizada con un par de cubos para no tener problemas con las bicis, tener a la vista todas las pertenencias y nos disponemos a pescar, entonces, nos encontraremos con otro problema que nos acecha desde el agua…¡las piraguas! Cada fin de semana da igual la época del año que sea hay cientos de piraguas navegando a toda velocidad, algunas a pocos metros de la orilla, cuidado por tanto con los golpes a la enchufable y sobre todo cuidado cuando pesquemos a inglesa…


Bloques de cemento inclinados como orilla.

Ya hemos contado las desventajas del escenario, no os asustéis, ahora vamos a hablar de lo bueno, de la maravillosa pesca del río Guadalquivir en Sevilla. Es sin duda la Barqueta el escenario de agua dulce en el que más especies puedes encontrar, lo habitan barbos, carpas, carpines, lisas, lubinas, alburnos, peces gato, percasoles, black-bass y anguilas. Por la peculiar ley andaluza de pesca en esta competición no todas esas especies eran válidas por lo que la pesca había que centrarla en barbos, carpas, carpines, lisas (allí llamadas albures) y por qué no alguna lubina cruzada que sirve para quitarse el bolo buscándola a medias aguas a principio de manga…

Las opciones de pesca son cuatro, dos con la enchufable y dos con la inglesa:

  •      Barbos a punta de caña: Se trata de pescar con 13 metros de enchufable barbos a la caída con flotadores relativamente pequeños, pinchando en el anzuelo un cañamón más gordo de lo habitual y cebando con cañamón con el tirador.
  •      Barbos con bandera: En este caso se trata de pescar estático con flotadores muy grandes de entre 4 y 20 gramos dependiendo del tiro con dos o tres metros de bandera para presentar por delante. El cebado lo haremos con gusano encolado y cañamón y en el anzuelo pincharemos cañamón o gusano.
  •       Barbos a la inglesa: Intentaremos pescarlos a una distancia de entre 16 y 20 metros cebando con encolado y pescando con gusano bastante estático.
  •      Carpines y carpas con inglesa: La Barqueta tiene un escalón en el que aumenta de profundidad casi un metro a unos 25 metros de la orilla, pescando a la pasada por delante del escalón se puede hacer una pesca de carpines, alguna carpa y también algún barbo. Aquí el cebado lo haremos sobre todo con engodo y tierra pudiendo añadir algo de lombriz troceada, aditivo éste que es un manjar para los carpines.

Lubinas salteadas para quitarse el "bolo".

Había un solo día para entrenar y debía elegir que quería probar  y que quería descartar pues no daba tiempo a entrenar cuatro maneras diferentes de pescar, tenía buenos informes de mis amigos andaluces y me hicieron saber que si quería ganar había que pescar barbos mientras que los carpines te aseguraban estar de mitad de tabla hacia arriba. Tenía claro que quería pescar barbos con cañamón, es el bigotudo la especie que más me hace disfrutar y se me presentaba la ocasión de pescarlos de una manera diferente así que no podía desaprovechar la oportunidad. Descarté pescar estático con bandera por ser una pesca que me llama menos la atención. Mantuve la idea de probar los carpines pues hacer un cebadero a 30 metros no me iba a despistar los peces de la enchufable y la pesca del carpín con la inglesa la tenía en cierto modo entrenado por lo que podía dedicarme más a probar a pescar los barbos con cañamón.


Cañamón para pescar los barbos.

En esta excursión mis compañeros eran Mario Mateos y Sergio Íñigo, ellos eran más partidarios de pescar los barbos con la inglesa pues el porcentaje de peces que consigues meter en la sacadera es mayor al poder trabajarlos con el carrete. Por tanto el sábado entrenando podíamos comparar ambas técnicas.

El entrenamiento:

Llegó por fin el día y partimos del hotel JM Jardín de la Reina, hotel muy tranquilo y agradable que eligió la organización para la exposición de los nuevos materiales Colmic para este 2017, la entrega de premios y el alojamiento de los pescadores que lo desearan. En veinte minutos estábamos en el escenario, muy acertado fue el gesto de que, Colmic y Francisco Solís de la Parisienne, como organizadores del evento consiguieran permisos para bajar el coche al escenario tanto el sábado como el domingo para que todos los pescadores pudiéramos disfrutar de la pesca con las máximas comodidades, Martín Fernández, se encargó de repartirnos el cebo que habíamos pedido a los que veníamos de lejos y se encargó de cuidar todos los detalles, un lujo encontrar personas como Martín que se desvivan por hacerte sentir como en casa, sirvan estas líneas de agradecimiento en nombre de los madrileños que allí estuvimos.


Sergio Íñigo con el puente de La Barqueta al fondo.

Nos juntamos en la zona de la izquierda del escenario, pegados al puente de la Barqueta aproximadamente quince amigos dispuestos a pasar una mañana de pesca probando estrategias de cara a la competición, enseguida enchufables e inglesas adornaban la orilla del río y las primeras capturas no se hicieron esperar de la mano de David de Ubrique, maestro en el arte de pescar los barbos con cañamón y una de esas personas que siempre me alegra volver a ver.

Yo andaba de estreno de panier, he adquirido el nuevo Colmic One 2.0 dando un salto de nivel y ganando en estabilidad, ligereza y comodidad respecto a mi antiguo panier, con delicadeza monté el panier y comencé probando la pesca a la enchufable, mi idea era probar dos maneras de intentar sujetar a los barbos pescando o con un elástico de 2,5mm al cuarto tramo e intentando levantar el pez del suelo para que no rompiera por rozamiento y la otra, la común usada por los pescadores locales, pescar con un elástico de 2,1 mm al quinto tramo para que en el primer tirón el pez se vaya lejos y ya trabajarlo con toda la goma fuera. En ambos casos el aparejo montado fue el mismo, elegí como flotador el Greg de Colmic, un modelo antiguo pero que por su elevada resistencia es perfecto para esta pesca ya que al poderlo montar con el cuerpo del flotador invertido coge una forma de zanahoria muy adecuada para la pesca a realizar aunque no es el flotador lo más importante en esta pesca pues un gran número de las picadas se obtienen con el flotador fuera del agua. Como línea principal use el Steel de Colmic de 0,20mm, un nylon muy dúctil, muy suave y con una resistencia sin igual en el mercado y para los bajos de línea use el más que probado fluorocarbono King de Colmic en un diámetro del 0,18. El anzuelo elegido fue el NK800 del 18, anzuelo potente con mucho hierro y con una forma redondeada ideal para anzuelar un cañamón, aconsejo para facilitar esta tarea machacar la muerte del anzuelo. La manera de pescar no es fácil para los que no estamos acostumbrados, se trata de pescar con la caña en la mano, a 13 metros, tirando constantemente tiradores de cañamón y provocando con el flotador levantando unos 50 cm en vertical para dejarlo caer muy suavemente al mismo ritmo que caen los cañamones que tiramos con nuestro tirador, los gramajes usados oscilan desde 0,3 gr a 2 gr dependiendo del tiro y de gustos y se suele sondear desde un poco apoyado hasta unos centímetros levantado del fondo. Se trata de una pesca vibrante, emocionante, dura físicamente y mentalmente pues podemos pasar horas sin ver ni un toque y no debemos parar de cebar y provocar, las picadas son brutales, notas como los peces cogen el cebo a la caída y sólo el hecho de pinchar un par de peces te aceleran tanto el corazón que al escribir estas líneas dan ganas de coger el coche y poner rumbo a Sevilla.


Levantar el flotador y dejarlo caer muy suavemente. 

Pronto comprobé con los primeros peces pinchados que la goma de 2,5mm era demasiado gruesa, al llevar la tensión tan al límite se procedía a desclavar el pez casi siempre, no estuve el tiempo suficiente para venirme convencido de esta teoría pero ante la imposibilidad de parar ningún pez con 2,5mm de goma y el consejo de los locales de que pescara con 2,1 mm al quinto opté por seguir el refrán de “Donde fueres, haz lo que vieres” a parte del elástico otro aspecto muy importante para trabajar el pez es perderle el miedo y trabajarlo con la caña alta, casi en posición vertical, da miedo hacerlo pero la fiabilidad de mi 6922 se vio probada de nuevo sin tener ningún tipo de problema trabajando estos peces con los kit EC-100, al trabajar con la caña alta consigues levantar el pez del fondo y también fatigarlo antes al trabajar la caña y no solo el elástico.

Mario dio un espectáculo pescando barbos a la inglesa con las Colmic Electro Match, estas inglesas de 3,3 m y sólo dos tramos tienen una acción punta brutal con la que el Señor Mateos conseguía arrastrar los barbos sin apenas darles tregua…Increíble verlo en acción con esas cañas.

Preciosos los barbos gitanos de este escenario.

A la hora de comer el Señor Martín no defraudó y preparó unas mesas con diferentes viandas para todos los que estábamos entrenando, el tiempo acompañaba y la comida al lado del río charlando con los compañeros fue un rato muy agradable. Marchamos de allí directamente al sorteo y entrega de plicas, costumbre ésta que debería tomarse en más sitios siempre que la gente sea honrada, se aligera mucho por la mañana al tener las plicas repartidas, cada uno va llegando a su puesto sin prisas para preparar todo tranquilamente.



La competición: 

Nervios típicos por la mañana, será bueno el puesto, funcionará la estrategia, seré capaz de parar los peces etc… Me tocó el puesto 37, la zona central del escenario, justo enfrente del Teatro Central, monté todo y me dispuse a sondear llevándome una triste desilusión al ver que tenía un metro menos de agua que el día anterior.  Con sorpresa y desilusión me dispuse a ir a hablar el tema con mi amigo David situado unos cuantos puestos a mi derecha. No me sacó mucho de mi desazón su discurso…me comunicó que esos puestos eran los más someros del escenario y que el barbo no solía dar la cara allí. Que descartara su pesca y me centrara en buscar carpines a la inglesa. Vuelta a mi puesto con cara larga y una idea en la cabeza, no había preparado ninguna caña para pescar los barbos a unos 20 metros pero tenía tiempo para hacerlo así que me dispuse a ello usando un montaje sencillo con un invertido con 10 gr y a 50 cm un plomo de toque de 0,5 gr que dejaría apoyado en el suelo para evitar la deriva. Un bajo potente y un anzuelo potente para pinchar un buen número de gusanos. No lo había entrenado y no tenía limados los detalles de la pesca pero algo había que hacer… También sabía que uno de los momentos más activos de los barbos era el principio de la manga así que decidí intentarlo a primera hora con la enchufable y el cañamón aunque fuera una locura teniendo tan poco fondo…


Caña al cielo para evitar roturas de los barbos.

En esa primera hora tan sólo vi un toque, un pez que no se llegó a clavar pero que me demostró que algún barbo había entrado al pesquil, sin ver más picadas me fui a la inglesa a buscar los carpines. No estaban por la labor y al igual que el día anterior nadie daba con ellos al menos en mi sector, lo intente de varias formas sin ver ni una picada. Desesperado y con el fantasma del bolo por la cabeza, puse en marcha la última de mis armas, lancé mi inglesa preparada para los barbos y empecé a mantener el puesto con bolitas de encolado tiradas a mano. El compañero de la izquierda llevaba un rato haciendo esa pesca y había conseguido sacar un buen barbo… Vi dos picadas iguales, ambas rápidas y fuertes, probablemente iba pasado de anzuelo y los barbos cogían y soltaban el engaño. A falta de tres cuartos de hora para terminar y ya con casi todo perdido tomé la decisión de volverme a la enchufable para terminar la manga ahí ya que había ido manteniendo el puesto constantemente con cañamón y sabía que el final de manga era otro buen momento de tentar los barbos a esa distancia. Al poco de empezar pinche un pez que se desclavó casi instantáneamente, lejos de desanimarme eso me dio fuerza para seguir hasta que conseguí pinchar otro barbo, adrenalina a tope, caña mirando al cielo y a pelear con esta fuerza bruta de la naturaleza, fue una batalla intensa con la complicación además de tener muchas piedras en la orilla donde podía rozar y romper mi línea pero al final subido al panier conseguí ensalabrar el enorme pez que pesó la nada despreciable cifra de 3,505 kg


Manga salvada con un barbo de 3,505 kg.

Terminé la manga contento en parte pues conseguir meter un pez así en el rejón no es fácil y aunque auguraba un mal resultado en el sector la satisfacción de haber librado el bolo con ese pez estaba por encima que el descalabro en la clasificación. Al terminar el pesaje me enteré de que había hecho un 9 en sectores de 23 pescadores, no estuvo tan mal al final teniendo en cuenta que los tres compañeros que tenía a mi derecha con el mismo problema de la escasa profundidad hicieron bolo.  Ganó el sector y también la Copa Colmic el jienense Javier Galán con 11.15 kg de barbos. Javier vivió en sus carnes el poderío de estos peces terminando la manga con dos kit rotos pero con la alegría de haber ganado una competición de prestigio como esta. A parte con el pedazo de premio que se llevó, un Panier Colmic One 2.0 a buen seguro no le importó nada haber roto esos dos tramos…Mi enhorabuena para Javier, no es fácil mantener la calma cuando rompes la caña dos veces.

Recogida de trastos y vuelta al hotel para comer todos juntos en el buffet libre, charlando sobre los pormenores de la jornada, la comida no se alargó en exceso dando comienzo a la entrega de premios, Colmic esta vez se superó aún más en la calidad de los regalos y todo el mundo quedó contento. Como siempre destacar el buen gesto de los estandartes de la marca que donaron sus premios para que más gente se llevara un regalo.

Tanto la marca como Francisco Solís con la ayuda de su mano derecha Martín se han volcado en la organización del evento, se han esforzado mucho en cuidar que todo saliera a la perfección y sin duda lo han conseguido.  Despedida de tan buenos amigos que tengo en esta tierra andaluza y también de la gente nueva que he conocido en este viaje. Por delante un largo camino de vuelta a Madrid con la alegría en el cuerpo de haber pasado un inolvidable fin de semana pescando en la Barqueta, volveremos sin duda el año que viene.



Texto: Valerio Chumillas. Fotos: Valerio Chumillas 



No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.