Pescando en Milton Keynes (3/3): Grand Union canal.




En el último de los días de pesca en Reino Unido decidimos pescar en el canal. Milton Keynes está atravesado por el Gran Union Canal, escenario famoso en toda Europa por sus competiciones de pesca. La verdad es que yo había leído mucho sobre lo técnica y difícil que es la pesca en este tipo de canales y me atraía bastante la idea de intentarlo.

Gran Union Canal - Puente 75 en Milton Keynes.

El Gran Union un canal de escasa anchura, de apenas 10-12 metros, en nada similar a los canales que tenemos en España. Con una longitud de 220 km une las ciudades de Londres y Birminghan.  La profundidad es escasa y la calidad del agua es bastante buena. Se pueden encontrar numerosas especies de peces: brema, gardon, rudd, perca, carpa, tenca, gobio... Incluso anguila.

Un canal de 220 km de longitud lleno de barcos y... peces.

La mañana de aquel día amaneció lluviosa. La temperatura era muy agradable pero no paraba de llover. Consultamos las previsiones y todas coincidían que escamparía a partir de las 10:00 de la mañana. Paul nos propuso visitar una tienda de pesca para proveernos de cebo fresco y reponer algunos materiales mientras hacíamos tiempo.

El puesto de mi compañero Paul.

De la tienda, poco que añadir. Material del suelo al techo. No tengo claro cómo consiguieron meter tanto material en una tienda tan pequeña. Cientos y cientos de modelos de veletas, anzuelos, hilos... Realmente impresionante. Compre unos bread punch para utilizarlos a mi vuelta a España y bastantes stick float para "veletear" en los ríos madrileños.

Paul en acción de pesca.

Al salir de la tienda el sol empezaba a brillar y nos dirigimos al canal. No más de 5 minutos de coche y ya estabamos descargando el material. El panorama que teníamos ante nosotros era perfecto: sin viento, con el sol brillando y con saltos y burbujas de peces por todo el canal. ¡El día prometía!

Serían las 10:30 cuando empezamos a pescar. Como el día anterior, Paul decidió pescar con la enchufable a 6 - 7 metros y yo un poco más lejos con la inglesa. No habían pasado más de 2 minutos desde que habíamos empezado y Paul clavaba un buen escardinio (rudd) que le dió buena batalla con su cañita con puntero de pelo de ballena.  La cosa pintaba bien.

Uno de los escardinios que sacamos ese día.

Yo clavaba pequeñisimos gardones con regularidad pero me notaba un poco perdido. Paul machacaba su puesto a una velocidad endiablada llegando a sacar más 40 peces en la primera hora. Mi ritmo era constante pero mucho menor al de mi compañero y mis peces sensiblemente más pequeños. Tenía la impresión de que no me estaba enterando de las picadas.

Empecé a ajustar cosas para ganar sensibilidad pero no servía de mucho. Cambié mi manera de cebar, reduciendo la cantidad y aumentando el ritmo y, en ocasiones, los peces comían de un forma muy agresiva pero tampoco llegaba al nivel de mi amigo. Precisamente Paul fue quien me aconsejó la forma de mejorar: aumentar el tamaño de mi cebo. Pasé de utilizar un bread punch de 4mm a uno de 6mm y... un pez tras otro interceptaban mi cebo. Los pequeños detalles marcan la diferencia.

El escenario era realmente bonito.

La hora final de la jornada utilicé un par de gusanos rojos con la esperanza de clavar alguna brema pero no fue posible. Una buena perca cuando ya hablábamos de recoger me sorprendió y plantó una buena batalla. ¡Me encantan las percas!

La última perca que salió a saludar.

Se terminaban así 4 días de pesca donde, de la mano de Paul, habíamos aprendido técnicas nuevas, nuevas formas de cebar y habíamos vuelto a pescar esos peces que solo podemos ver a través de revistas o internet. La experiencia fué más que positiva. Estos días me han abierto mucho los ojos respecto algunos temas y me han llenado la cabeza de ideas que estoy empezando a desarrollar.


Texto: Daniel Porto. Imágenes: C. Rubio y Daniel Porto.

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