Pescando con canutillo


En esta ocasión os traigo un pequeño artículo sobre el canutillo y su utilización en la pesca de ciprínidos. Actualmente poca gente utiliza este cebo para pescar bogas, barbos o incluso carpas y la verdad es que es un cebo con gran aceptación por parte de los peces.

Recorriendo las corrientes con la veleta y cebo natural.


Al igual que otros muchos cebos, el canutillo ha caído en desuso hoy en día. La gusarapa, el canutillo, la palometa… incluso la ova, el verdín y el pan cada día tienen menos seguidores. Evidentemente los tiempos cambian. Las técnicas evolucionan, los materiales mejoran y los cebos van dentro de esta corriente. Para las técnicas modernas de pesca es necesario cebar el puesto y con estos cebos “tradicionales” es muy difícil o incluso imposible hacerlo. Pero debemos recordar que existe vida más allá de los cebos que vienen en bolsa. Existen opciones más allá de acudir a la tienda y comprar cebo embolsado o enlatado.

Las bogas en primavera no podrán rechazar este cebo.

El cebo tradicional tiene varios inconvenientes. A la ya descrita imposibilidad de cebar se suma  lo delicados que suelen ser estos cebos, la preparación previa que necesitas antes de ir a pescar y el conocimiento del escenario y del propio cebo para saber dónde y cuándo puedes hacerte con él. En definitiva, estos cebos resultan menos cómodos que los comerciales. Representan el extremo opuesto al bote de maíz que todos tenemos en casa. ¿Existe algo menos perecedero y que necesite menos preparación previa que un bote de maíz?

Canutillos recién cogidos del lecho de un pequeño arroyo.

Por el contrario, los cebos tradicionales como el canutillo presentan algunas ventajas indudables. En circunstancias especialmente difíciles, con aguas claras y peces muy desconfiados, este tipo de cebo puede ser la única manera de engañar a los peces más reacios. Además, con la reglamentación actual en muchas comunidades autónomas, el canutillo es uno de los pocos cebos naturales que se pueden utilizar en aguas trucheras.

Si buscamos definir que es un canutillo, diremos que es la larva de un tipo de insecto conocido como tricóptero. Al igual que el asticot es la larva de la mosca, el canutillo es el estado larvario de una familia de insectos extensísima conocida como tricópteros (pinchar aquí para saber más). Sus larvas tienen dos peculiaridades: viven bajo el agua y forman un estuche de forma tubular con piedras y palos donde se refugian.

Hasta en el arroyo más pequeño podemos encontrar canutillo.

Los brazos que se separan de la corriente principal son estupendos lugares para recogerlos.

Por tanto, para utilizar canutillo como cebo, lo primero que debemos hacer es recolectarlo. Encontraremos estos pequeños "tubos" en pequeños y medianos cursos de agua corriente. La época más propicia será la primavera, entre marzo y junio, dependiendo de la latitud y altitud de la zona donde busquemos. Por descontado, los cursos de agua donde busquemos tendrán que ser de aguas limpias, sin contaminar. No será necesario que sean cursos de agua con gran corriente. Con que el agua fluya levemente, será más que suficiente para que los tricópteros pongan sus huevos en el agua y vayan surgiendo las larvas.

Si el agua es limpia aparecerán hasta debajo de la carretera.

La utilización idónea de este cebo es su uso en el río. Esto no quiere decir que no pueda usarse en aguas paradas, pero obtendremos un mayor rendimiento cuando el agua corra. Con una veleta y la caña boloñesa o con la inglesa y el stick, recorreremos las corrientes con nuestro cebo situado unos centímetros por encima del fondo. Incluso podemos usarlo pescando al tiento o a fondo en las zonas más profundas, seguro que así engañamos a algún ejemplar de mayor porte.

Bogas y bermejuelas pescadas con canutillo en un pequeño río segoviano.

Para usar este cebo tendremos que pelar literalmente el canutillo y extraer la larva, de color blanco o blanco amarillento, antes de anzuelarla. Recomiendo usar anzuelos con el alambre lo más fino posible y con micromuerte para dañar mínimamente a este delicado cebo. Personalmente me gusta poner en el anzuelo una sola larva en un anzuelo del nº 14 o 16.

Canutillo "pelado": después de retirar el estuche.

La conservación de este cebo es otro aspecto que lo hace diferente de los cebos comerciales. Desde que lo recolectemos hasta que lo usemos no deben pasar más de dos o tres días. Nada de frigorífico pero tampoco nada de calor. El maletero del coche y el sol son enemigos del canutillo. Si los recojemos antes de la jornada de pesca recomiendo dejarlo en una habitación oscura y fresca. Para mí, lo mejor es usar tarrina de cebo llena de ranúnculos acuáticos recogidos en el mismo arroyo o río y un dedo de agua en el fondo. Evidentemente taparemos la tarrina con una tapa que deje pasar el aire para que las larvas pueden respirar.  Sorprendentemente las larvas, en cuanto se sientan tranquilas, comenzarán a trepar y no encontraremos a los canutillos en el fondo de la tarrina sino mezclados entre las ramas de los ranúnculos a diferentes alturas. Si van a pasar más de 24 horas de su recolección a su uso (cosa que no recomiendo) se puede cambiar el agua de la tarrina por agua fresca cogida del mismo arroyo.

En ocasiones lo canutillos fabrican sus estuches con pequeños palos.

Me gusta mucho usar el canutillo. Llevo años utilizándolo en la Sierra de Madrid, ya sea buscando bogas o truchas. Incluso algún barbo crecidito me ha dado alguna sorpresa. La reglamentación de la Comunidad de Madrid no permite usar muchos cebos y el canutillo se convierte en un gran aliado del pescador de cebo. Quizá sea un cebo en desuso pero tiene un encanto que no tienen los gusanos o los cebos comprados en la tienda. A mí, los peces pescados con un canutillo recogido minutos antes, me “saben” mejor.  Me parece una pesca mucho más completa y auténtica.




Texto: Daniel Porto. Fotos: Daniel Porto. 


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