Pescar las orillas - Margin fishing
En esta entrada os dejo unas reflexiones sobre pescar cerca de la orilla. Y cuando hablo de la orilla, me refiero a nuestra orilla. Cuando llegamos al río siempre miramos lejos y nos olvidamos de que, a nuestros pies, podemos encontrar un perfecto lugar para sacar peces.
Siempre me ha gustado pescar así. En mis inicios, lo hacía por necesidad. En los escenarios en los que pescaba los peces picaban justo debajo de la vegetación y así saque mis primeras carpas, tencas y carpines. Quizá por eso, y con el paso de los años, siempre que voy a pescar presto mucha atención a los primeros 2 o 3 metros de agua.
En otros países se han dado cuenta de que siempre puedes sacar algún pez "extra" en tu propia orilla y cuidan más este detalle. Si buscáis "margin fishing" en internet os daréis cuenta de la cantidad de material y técnicas desarrolladas para pescar así. Es evidente que nuestros peces y nuestros escenarios son diferentes (es difícil pescar de esta manera de un embalse emplayado) pero creo que hay que darle una oportunidad.
Tenemos que darnos cuenta que, para los peces, la orilla significa refugio y alimentación. En determinados escenarios estas zonas son más tranquilas que las aguas abiertas y los peces pueden sestear o descansar pegados a la vegetación. Conozco lugares donde casi todas las picadas las consigues a ras de las eneas o debajo de las ramas de árboles que se adentran en el agua. Pensemos también que en escenarios de competición la gente al recoger, arroja los cebos sobrantes al agua y los peces están acostumbrados a encontrar esos cebos.
Siempre me ha gustado pescar así. En mis inicios, lo hacía por necesidad. En los escenarios en los que pescaba los peces picaban justo debajo de la vegetación y así saque mis primeras carpas, tencas y carpines. Quizá por eso, y con el paso de los años, siempre que voy a pescar presto mucha atención a los primeros 2 o 3 metros de agua.
Sergio sacó esta carpa "debajo" de sus pies en una laguna madrileña. |
En otros países se han dado cuenta de que siempre puedes sacar algún pez "extra" en tu propia orilla y cuidan más este detalle. Si buscáis "margin fishing" en internet os daréis cuenta de la cantidad de material y técnicas desarrolladas para pescar así. Es evidente que nuestros peces y nuestros escenarios son diferentes (es difícil pescar de esta manera de un embalse emplayado) pero creo que hay que darle una oportunidad.
Tenemos que darnos cuenta que, para los peces, la orilla significa refugio y alimentación. En determinados escenarios estas zonas son más tranquilas que las aguas abiertas y los peces pueden sestear o descansar pegados a la vegetación. Conozco lugares donde casi todas las picadas las consigues a ras de las eneas o debajo de las ramas de árboles que se adentran en el agua. Pensemos también que en escenarios de competición la gente al recoger, arroja los cebos sobrantes al agua y los peces están acostumbrados a encontrar esos cebos.
Quizá no creas que los peces se acerquen tanto. En el siguiente vídeo, los amigos de clubpescabutarque.com (¡cuánto se os echa de menos chicos!) grabaron en el Canal de Castrejón el comportamiento de las carpas después de un concurso. Si en una orilla "pelada", carente de toda vegetación o protección, se acercan tanto... ¿Que no harán cuando pescamos entre carrizos o eneas?
Hacer un pesquil tan cerca de nosotros solo puede traer cosas buenas. Lo primero es que mantener el puesto es tremendamente fácil. Tanto si decides meter engodo, como grano o pellets puedes hacerlo con la mano. Puedes estar pescando en medio del río y en 3 segundos, sin apartar la vista de tu veleta, haber cebado tu pesquil. No necesitar el tirador facilita mucho la cosa. Como estás cebando muy cerca, no vas a equivocarte y cebar un metro más allá. Si decides complicarte y usar una copela, el resultado es una pesca absolutamente exacta y precisa.
En cuanto a los cebos, yo soy partidario de cebos grandes e inhertes. En otras palabras: creo que es mejor usar maíz, masilla, pan, miniboilies o pellets que gusano o lombriz. Las márgenes suelen albergar percasoles, pequeños black bass y diversa minitalla que no es nuestro objetivo. Si cebamos con gusano podemos "despertar" a estos pececillos y que acaben con todo nuestro cebo sin que lleguen a entrar los peces de consideración. Yo utilizo mucho el maíz porque es muy visual. Entre las sombras de la orilla los granos de maíz pueden resultar muy atrayentes.
Para pescar así también hay que seguir una serie de recomendaciones. No podremos movernos demasiado, ni caminar generando vibraciones, ni hacer más ruido del debido. En ocasiones estaremos pescando a menos de 2 metros de donde estamos sentados. Un brillo, un golpe o un chapoteo pueden asustar a los peces. Por ello, recomiendo intentar camuflar tu caña por encima de la vegetación para que no se vean sombras y pescar muy lento para no cometer errores. Si tu línea se enreda en la vegetación, probablemente "mates" el pesquil para los siguientes 20 minutos.
En todo caso, hacer un pesquil a nuestros pies puede darnos muchas más alegrías que problemas. Si sabemos que los peces suelen estar ahí... ¿Por qué no intentarlo?
Texto y fotos: Daniel Porto.
Hacer un pesquil tan cerca de nosotros solo puede traer cosas buenas. Lo primero es que mantener el puesto es tremendamente fácil. Tanto si decides meter engodo, como grano o pellets puedes hacerlo con la mano. Puedes estar pescando en medio del río y en 3 segundos, sin apartar la vista de tu veleta, haber cebado tu pesquil. No necesitar el tirador facilita mucho la cosa. Como estás cebando muy cerca, no vas a equivocarte y cebar un metro más allá. Si decides complicarte y usar una copela, el resultado es una pesca absolutamente exacta y precisa.
En cuanto a los cebos, yo soy partidario de cebos grandes e inhertes. En otras palabras: creo que es mejor usar maíz, masilla, pan, miniboilies o pellets que gusano o lombriz. Las márgenes suelen albergar percasoles, pequeños black bass y diversa minitalla que no es nuestro objetivo. Si cebamos con gusano podemos "despertar" a estos pececillos y que acaben con todo nuestro cebo sin que lleguen a entrar los peces de consideración. Yo utilizo mucho el maíz porque es muy visual. Entre las sombras de la orilla los granos de maíz pueden resultar muy atrayentes.
Para pescar así también hay que seguir una serie de recomendaciones. No podremos movernos demasiado, ni caminar generando vibraciones, ni hacer más ruido del debido. En ocasiones estaremos pescando a menos de 2 metros de donde estamos sentados. Un brillo, un golpe o un chapoteo pueden asustar a los peces. Por ello, recomiendo intentar camuflar tu caña por encima de la vegetación para que no se vean sombras y pescar muy lento para no cometer errores. Si tu línea se enreda en la vegetación, probablemente "mates" el pesquil para los siguientes 20 minutos.
En todo caso, hacer un pesquil a nuestros pies puede darnos muchas más alegrías que problemas. Si sabemos que los peces suelen estar ahí... ¿Por qué no intentarlo?
Texto y fotos: Daniel Porto.
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