Lucios en Orellana - Pikes in Orellana.
Llegados los fríos a la península
nos decidimos empezar una campaña de pesca de depredadores que esperamos sea
intensa y llena de capturas. La práctica de la pesca sin muerte es una
modalidad de pesca que humaniza nuestra afición y el uso de modernos
dispositivos móviles provistos de cámaras de fotos nos permiten compartir las
capturas con nuestros amigos, mediante programas instantáneos como el "whatsapp" o el "facebook". Teniendo estas armas a nuestra disposición nos desplazamos a un
embalse repleto de depredadores ansiosos por destrozar nuestros cebos
artificiales. Durante el otoño los lucios suelen encontrarse aun en zonas no
demasiado profundas intentando capturar percasoles, alburnos, pequeños carpines
y otros ciprínidos. Nos dirigimos pues a unas pequeñas calas de aguas no demasiado
profundas esperando encontrar a los lucios. Utilizando vinilos poco plomeados
empezamos a prospectar toda la capa de agua para localizar la profundidad a la
que se encuentran. Tras 15 minutos de pesca logramos sacar este lucio.
El uso de pequeños anzuelos y
poteras nos permite capturar los peces con el menor daño posibilitando la
suelta de los peces en las mejores condiciones. No hay mejor momento para mi que tras ralizar
fotografías dejar el pez en el agua y ver como vuelve tranquilamente a su territorio
de caza.
Nos damos cuenta que la mayoría
de las picadas se producen muy cerca de la orilla incluso a pez visto. Estos lucios
suelen mantenerse escondidos entre las piedras a espera de una presa que pase
cerca para atacarla.
Algunos lucios tras la suelta se
quedan descansando tranquilamente a escasos metros de la orilla, fue durante
nuestra pausa de la comida que pudimos observar uno de nuestros lucios reposar
sobre la grava del fondo durante media hora.
Los señuelos que utilizamos para
la pesca del lucio son muy variados. Todos sabemos que el lucio llega a atacar
a los cebos más variopintos. Quien iba a decir que un pez se pueda dejar
engañar por un cebo tan llamativo, irreal y artificial que una spinnerbait, y
ocurre. Los lucios tienen fama de atacar todo lo que se mueve en su entorno. Es
común capturar un lucio mientras recogemos nuestra montura de pesca de
ciprínidos y ver como un lucio ataca a nuestra masilla.
Nos desplazamos a calas pequeñas
y poco profundas donde capturamos lucios demasiado pequeños por lo que tras
esta foto nos dirigimos a probar suerte en los grandes cortados.
En estas zonas de grandes
brechas, enormes moles de piedra semi hundidas, bañadas por profundas aguas y
sumidas en cierta oscuridad se suelen esconder los grandes lucios. Estas zonas
de pesca desesperan a muchos pescadores por la gran cantidad de enganches que
tienen. Las capturas son más escasas pero cuando se producen suelen ser peces
de mayor tamaño.
En un puesto con 15 metros de
fondo logramos capturar este lucio de mas de 5 kg que estaba apostado entre
medias aguas. En la caída del cebo note una pérdida de tensión de la línea. El
nylon pasa de bajar recto a de repente estar rizado sin haber llegado al fondo.
Esto se produce cuando el lucio captura el cebo a la bajada e incluso sube
hacia la superficie con el en la boca.
No hay hecho mas gratificante
para mi que soltar un hermoso lucio y saber que crecerá para que podamos todos
nosotros o tu que lees estas líneas puedas capturarlo y disfrutarlo muchos
años.
Llegando a casa saco el material
y me asombra ver el destrozo que pueden hacer estos hermosos peces sobre
nuestros cebos. Muchas veces, tras 3 o 4 lances tengo que cambiar de cebo
porque literalmente te han arrancado la cola o dejado el vinilo hecho jirones.
En esta foto de puede ver los cortes limpios y profundos que son capaces de
hacer los afilados dientes del lucio.
Texto y fotos: Juan Clemente Bourgeois y Pablo Clemente Bourgeois
Muy buenas fotos y además con Captura y Suelta. Enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos David
www.romanillosamosca.com
¡Gracias! La verdad es que Juan ha hecho un gran trabajo.
ResponderEliminarUn saludo David!